En mi existencia fugaz
Jamás pensé en encontrar
En las veredas de luz
Un alma en la oscuridad.
Escucho su mirada suave y veo su voz sublime
Que juegan al unísono que juega mi corazón
Ningún pulcro pensamiento en su interior se reprime
La libertad está en su esencia tiñendo su dirección.
¡Oh libertad de mi alma! Y del alma del universo
Que mueves la esencia misma del todo en la inmensidad
Tuyos son nuestros caminos en la inmensa realidad.
Tus pasos fueron los nuestros, a juzgar bellos, siniestros,
Mas nos llevaron al punto donde la chispa inició,
Perdidos quizá hoy estemos mas nos faltos de sentido
Porque tú, libertad omnisciente, conduces con gran razón.
Y en tu conducción misteriosa entre cardos y entre rosas
Haz juntado nuestros caminos que son dos y uno al final
Nuestras almas son virtuosas su alegría silenciosa
Por el destino que es mutuo. Camino a la eternidad.
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