Me conocí

«El viento sopla de dónde quiere
Y no sabes a dónde va ni de dónde viene».

Fue mi alma
La que un día se vio en el reflejo de una gota de lluvia paralizada en el espacio vacío
Ya sin tiempo
Ya sin respirar
Se hundía en el silencio.

Y me descubrí
Y fue tan trágico descubrirme
Como quien pierde lo más amado al encontrarse
Fue así
Porque me ví
Me ví como era
Y no como pensaba.

Y quedé en la nada
Sin razones
Sin sonrisas
Sin lágrimas
Sin continuidad.

Solo con la verdad
Mí verdad
Tan dolorosa como el tiempo que pasa
Sin detenerse ante las heridas que matan
Quise mantenerme existente
Pude, pero no sin despersonalizarme
No sin el terror de volver a ver la imagen de mi propio ser.

Pasé a tenerle miedo a los espejos
Al mar, a los ríos y lagos, al agua, en fin, a la vida y quería morirme, pero sin dejar de existir
O tal vez morirme con la certeza de resucitar en el próximo segundo como un nuevo nacimiento, sin conocimiento de causas ni sufrimiento, pero no moría
O tal vez no quería
Porque había entre mi yo y la imagen descubierta una brecha que se aferraba al presente y amaba la vida
Había un nombre
Una sonrisa
Una mano
Una esperanza
Una luz
Estabas tú…
El que todo lo ve.

Existiendo por ustedes

Tanto tiempo
Tantas emociones
Y el alma se nos va.
Entre sus suspiros
Entre sus lágrimas
De tristeza
De alegría
De rabia.

Fue el alma de quienes me habitaron
Y el respirar de quienes me rodearon
Lo que me dió vida.

Yo nunca existí
Hasta que llegaron ustedes
Todos los que un día conocí.

Y fue entre ese laberinto de palabras que encontré mi mundo
Como el minotauro errabundo.
Fue entre esas canciones absurdas
Esa poesía sublime
Esos lugares oscuros
Y esas cátedras profundas
Dónde me perdí
Para encontrarme.

Nunca había conocido el sentimiento
Ni los orgasmos intelectuales
Ni la pasión atrevida
Ni la envidia ignorante
Nunca había sido humano
Hasta llegar ahí
Dónde estaban ustedes

Y fue entre las redes de un universo paralelo
Conectado multineuronalmente
Que he descubierto esa mente maestra
Que alimenta mi mente
Haciendome ser en colectivo.

Y me siento vivo
Porque no se ha olvidado mi nombre
Y todavía es pronunciado por los labios de aquellos en quienes vivo y seguiré viviendo por los siglos de la eternidad.
Por ustedes.


En pequeño cúmulo

Somos un cúmulo de pensamientos caminando
Y si no caminamos
Somos un cumulo de pensamientos estancados.

Somos una nube de sentimientos voladores
Y si no nos descargamos
Con el tiempo nos oscurecemos
Hasta caer donde nunca nos necesitaron.

Somos una caja de fantasías y deseos
Sin rumbo ni dirección
Carentes de razón
Cantando una loca canción
Que nunca entendimos ni entenderemos por qué la cantabamos.

Se me va la vida

Se me va la vida en el intento
De alcanzar intensamente libertad
Se me va la fuerza, se va el tiempo,
La mirada firme, el caminar.

Se me va el sentir y la pasión
Se me va la luz, la ingenuidad
La sonrisa pura, la ilusión
La palabra amable, la bondad.

Se me va el gusto y el placer
Se me va el ser, el respirar
Se me van las lágrimas y el odio
La tristeza, el miedo y la amistad.

Se me van los besos, los abrazos
El calor del alma, la emoción
El deseo intenso, la locura
Los versos, las prosas, la intención.

Se me va la duda y el asombro
Se me va el anhelo, el esperar
Se me va el amar y la existencia
La palabra escrita, la verdad.

Se me va la vida…te vas tú.

El silencio

Aunque el silencio no cante
Al menos puede susurrar, susurra el sonido de la nada
Y musita el eco del vacío.

Aunque el silencio no cante
Si existen los silencios en canciones
Sí existen los silencios en discursos
Que a veces dicen más que las palabras
Que como puerta se abre en las ausencias
Ubicándonos frente a un cuarto vacío
Que regala el sonido del espacio,
Espacio que no es cálido ni frio.

Y a veces desconfío del misterio
Que se oye en el silencio de la nada
Mas algo hay que me empuja entre sus notas
Diciendo hay algo bello entre sus voces enunciadas.

Y sumergido cual barquilla en el océano de lo insonoro
Siento el vaivén de las olas susurrantes que me asientan
Ritmo perfecto de sonidos faltantes
Sin tiempo sobrante ni minutos errantes
A la fúnebre muerte el silencio me avienta.

Caminé hacia adentro

Caminé hacia adentro
Donde la luz brilla por sí sola
Donde la oscuridad reina.

Caminé hacia adentro
Y encontré que las emociones no tienen rostro, pero se reconocen
Y no tienen identidad, mas cada una es lo que es.

Camine hacia adentro
Y ví que los pensamientos son simplemente caricaturas incomprensibles
Y que las cosas son imágenes amorfas, moldeadas al gusto y antojo de ese mundo interior.

Camine hacia adentro
Y en mi caminar encontré la nada y el todo
Produciendo algo que yo llamo realidad y que ahí se le da un nombre para mí desconocido e impronunciable.

Camine hacia adentro
Y ahora……..
Ahora no sé cómo salir de aquí.

Buscaba un sueño

Buscaba un sueño
Que hiciera realidad todos mis sueños
Y de mi propio andar me hiciera dueño
Arreando mi vacío y mi dolor

Buscaba un sueño
Entre los cuatro vientos de la tierra
Y aunque en mi fuero interno hubiera guerra
El hambre pudo más que la razón.

Buscaba un sueño
Y no importa hasta dónde se encontrara
Mi angustia no pensaba detenerse
Si habría que cruzar ríos, mares o fronteras

Buscaba un sueño
Mas encontré dantesca pesadilla
Prisión del alma débil noche y día
Oscura fantasía que hendía el corazón

Y viendo mis raíces desgarradas
Lejos de mí, de lo que mi alma amaba
Anhelé volver al punto de partida
Y al fin de aquel obscuro sueño despertar.

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