En el mundo en que vivía
No bastaba
No bastaba para soportar el peso de mi propia razón;
Mi concepción de alma, universo y mundo
En mi mundo no bastaba.
Por eso emprendí la búsqueda,
Búsqueda del otro que pudiera sostener mi razón.
Mas al encontrar al otro, encontré que mi razón no era única
También estaba la razón del otro.
Entonces emprendí la tarea
De imponer mi razón sobre la razón del otro
Y cumpliendo esta tarea, herí, violé y maté.
Mas al final del día pude dormir tranquilo,
Pues experimenté lo bien que se siente tener la razón
Sobre la razón del otro