Me conocí

«El viento sopla de dónde quiere
Y no sabes a dónde va ni de dónde viene».

Fue mi alma
La que un día se vio en el reflejo de una gota de lluvia paralizada en el espacio vacío
Ya sin tiempo
Ya sin respirar
Se hundía en el silencio.

Y me descubrí
Y fue tan trágico descubrirme
Como quien pierde lo más amado al encontrarse
Fue así
Porque me ví
Me ví como era
Y no como pensaba.

Y quedé en la nada
Sin razones
Sin sonrisas
Sin lágrimas
Sin continuidad.

Solo con la verdad
Mí verdad
Tan dolorosa como el tiempo que pasa
Sin detenerse ante las heridas que matan
Quise mantenerme existente
Pude, pero no sin despersonalizarme
No sin el terror de volver a ver la imagen de mi propio ser.

Pasé a tenerle miedo a los espejos
Al mar, a los ríos y lagos, al agua, en fin, a la vida y quería morirme, pero sin dejar de existir
O tal vez morirme con la certeza de resucitar en el próximo segundo como un nuevo nacimiento, sin conocimiento de causas ni sufrimiento, pero no moría
O tal vez no quería
Porque había entre mi yo y la imagen descubierta una brecha que se aferraba al presente y amaba la vida
Había un nombre
Una sonrisa
Una mano
Una esperanza
Una luz
Estabas tú…
El que todo lo ve.

Buscaba un sueño

Buscaba un sueño
Que hiciera realidad todos mis sueños
Y de mi propio andar me hiciera dueño
Arreando mi vacío y mi dolor

Buscaba un sueño
Entre los cuatro vientos de la tierra
Y aunque en mi fuero interno hubiera guerra
El hambre pudo más que la razón.

Buscaba un sueño
Y no importa hasta dónde se encontrara
Mi angustia no pensaba detenerse
Si habría que cruzar ríos, mares o fronteras

Buscaba un sueño
Mas encontré dantesca pesadilla
Prisión del alma débil noche y día
Oscura fantasía que hendía el corazón

Y viendo mis raíces desgarradas
Lejos de mí, de lo que mi alma amaba
Anhelé volver al punto de partida
Y al fin de aquel obscuro sueño despertar.

Realidad

Almas tan vacías son vistas en manadas,
presas de un sufragio y esclavas de un señor,
mentes dirigidas, de la conciencia atadas
vivir sus propias vidas les causa gran pavor.

Sujetos sin nombre propio, sin rostro ni identidad,
vendido han su propia esencia y comprado una falsedad
sintiendo que pertenecen se han despojado de sí
callando el grito que emerge del más profundo sentir.

!Libertad pide su interior con un gemido indecible¡
y en sus intentos se frustra de su existencia irreal
dolor causa su impotencia de una forma inconcebible,
se entrega a la indiferencia y aborrece la realidad.

Busca ser no siendo, anhela vivir no viviendo
queriendo eludir el pasado, escapar del presente y olvidar el futuro
ansía tener esa paz de ser uno mismo y sentirse seguro
trata de huir del terror que le causa el poder que lo está sometiendo
que lo obliga a negarse a ser libre, a perderse en la nada cual polvo en el viento…

Mas aunque lo intenta, no puede
olvidar el deseo esencial de ser libre
la libertad se niega mas no muere
el grito en el alma no calla y un día se hace irresistible.

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