Quisiera darte un morterazo en el pensamiento
Y hacerte explotar las neuronas de sentimiento
Quisiera meterte una bala llena de paz en la cabeza
O pegarte una pedrada llena de amor con sutileza.
Quisiera tener la destreza de amarte con odio
Y de mostrarte el cariño que te tengo a cachimbazos, culatazos y patadas
Dispararte de frente con la sangre helada
Y después darte un abrazo como que nada pasó.
¡Cuánto quisiera herirte con pequeñas caricias!
Y desangrarte el alma lenta y delicadamente
Llorar por tu agonía y por tu muerte
Aunque fuese yo el autor intelectual.
Quisiera dar un minuto de silencio en tu memoria
Entre los que arriesgaron su vida por matarte
Tener el privilegio de narrar tu historia
Escribirte un destino siniestro y algo de suerte desearte.