En pequeño cúmulo

Somos un cúmulo de pensamientos caminando
Y si no caminamos
Somos un cumulo de pensamientos estancados.

Somos una nube de sentimientos voladores
Y si no nos descargamos
Con el tiempo nos oscurecemos
Hasta caer donde nunca nos necesitaron.

Somos una caja de fantasías y deseos
Sin rumbo ni dirección
Carentes de razón
Cantando una loca canción
Que nunca entendimos ni entenderemos por qué la cantabamos.

La espera

A veces quisiera encontrarte
Mirarte a los ojos y sonteírte
Y sentir la seguridad de que eres tú y nadie más

Dejarme ir con mis emociones
Llorar
Gritar
Y refugiarme en el abismo de tu regazo
Sentir el abrazo compensatorio de todas tus ausencias
Hundirme en tu presencia como se hunden los cuerpos en las aguas calmas.

Tan solo quisiera verte al alma
Y escudriñar tu mirada
Tratando de encontrar ese tiempo
En el que no estabas

O tal vez sí estabas
Pero nunca te ví
Porque entre tanto buscar y tanto encontrar no me di cuenta de tu existir.

Tan solo quisiera tenerte
Sentirte
Amarte un segundo antes de la eternidad
Y que escuches en la serenidad de tu soledad
El gemido de este corazón desesperado por encontrarte.

No pido nada

Si la vida me da un beso a través de vos
Por qué me negaría
Si existe empatía en el alma
Y tus labios son la caricia perfecta de Dios.

Y hablando de caricias;
Si me dieras una,
Ya sea en la piel o en el alma
No pondría quizá ninguna oposición
Y dejaría que tus manos toquen la canción llena de sentimientos que te tienes en el pergamino de la vida.

Pero esto no existe
Tampoco lo quiero
Solo lo pienso
No lo pido
Ni lo doy
Pero en mi soledad ese pensamiento me ha sacado una sonrisa.

No me haces falta vos

No me haces falta vos
Me hace falta tu soledad
Tu vacío existencial
Tu tristeza.

Me hace falta tu necesidad de mí
Mi heroísmo
Mi complejo de redentor.

No me haces falta vos
Me hace falta tu dependencia
Tu desesperación ante mi ausencia
Tu madurez infantil.

Me hace falta mi complejo de superioridad
El sentimiento paternal que tenía al protegerte
Tu sumisión total
Tu obsesión.

No me haces falta vos
Me hace falta tu enfermedad
Porque mi enfermedad se siente sola.

En días como hoy

En días como hoy
Quizá disfrutaba de una mirada inocente
De una caricia silenciosa
De una sonrisa sencilla,
Tal vez de un beso indecente.

Esto produce nostalgia, pero
¡Cómo evitarlo!

En días como hoy hay versos que no se pueden borrar
Memorias que no se pueden formatear
Momentos que no se dejan de extrañar.

En días como hoy hay sentimientos que no se dejan de sentir
Imágenes que no se pueden eliminar
Amores que no dejan de existir.

Pero el ayer…..es una buena historia.

!será que sea pecado¡

!Será que sea pecado recordarte¡

La lluvia, el camino, la playa, el mar.                                                     El viento, las olas, las montañas, el vacío, los árboles.

Las rosas, las estrellas.

Las sábanas, tu desnudez, la mía.

Tu sonrisa, tu llanto,

Mi culpa, tu ira,                               Mi miedo a perderte, los abrazos, los silencios, las miradas.                   El todo.                                                  La nada

!será que sea pecado¡

Mi canción

A veces quisiera odiar a algunos que formaron parte de mi historia y odiar algunos caminos por donde caminé.
Pero lo encuentro imposible, muy imposible
Porque sé que es mi historia, es la parte de la historia de ellos en mí.
Y mis caminos
Por mas obscuros que sean son míos y de nadie más.

A veces quisiera culpar a alguien de mis tragedias y encontrar un corderito o un malvado chivo expiatorio, para librarme del dolor de mis equivocaciones, de mis frustraciones y mis autoengaños,
Pero no, no puedo, también me es imposible.

A veces quisiera creer que he perdido algo
Y hacer una forma de ritual para expresar mi duelo
Pero en realidad me cuesta creer que he perdido algo
Cuando en realidad lo entregue de manera voluntaria
Sin límites ni preocupaciones de lo que pudiera pasar.

Entonces me doy cuenta de que mi bendita mente tiene el maravilloso arte de engañarme
De hacerme creer que soy todo bueno, integro, feudo de la razón. A veces me doy cuenta de que he compuesto una canción con melodías, silencios y tiempos ajenos.

Y escucho esa canción y me gusta, porque me libera de muchas cosas.
Pero no, no es esa la melodía de mi alma, es otra.
Otra totalmente contraria, otra que me revuelca el pensamiento y me extirpa la razón.
Pero al final me siento sereno y en paz, porque estoy escuchando en mi alma mi propia canción.

Crea un blog o un sitio web gratuitos con WordPress.com.

Subir ↑