Me acuesto y te hablo sobre los deseos de mi corazón
Me levanto y me prosterno para pedirte por lo que creo que más amo
Tu me escuchas en silencio
Observas mis argumentos
Comprendes mis intenciones
Y sonríes
Si son vanas no lo entiendo
Si son puras me desvío
A veces he pedido tanto por lo que quiero
Y persistido tanto en una ilusión
Sin darme cuenta del ensimismamiento
De mis propias fantasías
Noche y día el pensamiento se me ha ido entre ilusiones
Sin comprender las corrientes en lo profundo de mi ser
He sentido cierta inquietud
Y advertido alguna señal
Más no me he dado cuenta de tu voz
Y me hablas entre líneas, entre versos y entre almas
Más no se ha percibido el tono firme e impasible de tu habla.
He tenido miedo
Y he cruzado el río
Sin saber a dónde voy ni para qué
He golpeado al viento
Y soportado el frío
Sin tener razón de causa ni por qué
Y ahora estoy aquí
Entre el desierto de mi alma
Soportando la sabiduría de mi propia opinión
Culpandome a mí mismo e intentando tener calma
Cuando yo fui el arquitecto de esta historia
Gracias por esta batalla
Gracias por esta batalla
Llevaba tanto tiempo con el sabor a derrota entre mi alma
Pero gracias por esta batalla
Había dejado la armadura
No había defensa ni arma
Ni posibilidad de ganar
Era solo sobrevivir y estar sin estar
Pero gracias por esta batalla
Porque aunque fueron lágrimas invisibles
Y sentí el peso invencible
De los gigantes internos
Y los colosos de afuera
Que empequeñecían mi existencia
Te doy gracias por esta batalla
Porque aunque me sentí solo
Absurdo y desesperanzado
Entre lluvia incesante, niebla profunda y sol isolante
Con el valle de sombra de muerte a mi lado
El corazón herido y destrozado
Te doy gracias por esta batalla
Porque aunque un día claudiqué
En lucha desfallecí
A tí y a mí me traicioné
Y de tu lado me aparté
Confiaste en mí sin yo saber
Que un día te agradecería por esta batalla.
Gracias Dios por esta batalla.
Me conocí
«El viento sopla de dónde quiere
Y no sabes a dónde va ni de dónde viene».
Fue mi alma
La que un día se vio en el reflejo de una gota de lluvia paralizada en el espacio vacío
Ya sin tiempo
Ya sin respirar
Se hundía en el silencio.
Y me descubrí
Y fue tan trágico descubrirme
Como quien pierde lo más amado al encontrarse
Fue así
Porque me ví
Me ví como era
Y no como pensaba.
Y quedé en la nada
Sin razones
Sin sonrisas
Sin lágrimas
Sin continuidad.
Solo con la verdad
Mí verdad
Tan dolorosa como el tiempo que pasa
Sin detenerse ante las heridas que matan
Quise mantenerme existente
Pude, pero no sin despersonalizarme
No sin el terror de volver a ver la imagen de mi propio ser.
Pasé a tenerle miedo a los espejos
Al mar, a los ríos y lagos, al agua, en fin, a la vida y quería morirme, pero sin dejar de existir
O tal vez morirme con la certeza de resucitar en el próximo segundo como un nuevo nacimiento, sin conocimiento de causas ni sufrimiento, pero no moría
O tal vez no quería
Porque había entre mi yo y la imagen descubierta una brecha que se aferraba al presente y amaba la vida
Había un nombre
Una sonrisa
Una mano
Una esperanza
Una luz
Estabas tú…
El que todo lo ve.
Quiero viajar
Yo también quiero viajar
Yo también quiero conocer lugares
Otros seres que de alguna manera adornen mi alma con su forma única de ser
Yo también quiero observar con asombro lo desconocido
Y desaparecer en la eternidad de un momento.
He estado recogiendo de a poquito
Haciendo de mi forma de vida y de mi existencia una economía del ser
Y a través de pequeños actos silenciosos impulsados por la bondad, la autonegación y el amor incondicional he ido juntando los recursos necesarios para el viaje.
A veces me olvido del viaje y gasto mis recursos en cosas efímeras
Y en mi egoísmo me centro en lo pasajero.
Pero el desnudo, el pobre, el hambriento, el enfermo y el encarcelado me recuerdan siempre que tengo que ahorrar.
Yo también quiero viajar
Y no quiero viajar solo
Ni quiero limitarme a este mundo
Quisiera conocer y estar junto a ese ser que estuvo a mi lado en esta vida, mi ángel de la guarda
Quiero viajar con quien me creó
Y conocer el universo, otros mundos, otros seres y otras galaxias,
Parecerá loco, pero es precisamente está locura la que me dirige
Entre mis errores y mis aciertos
Entre mi egoísmo y mi abnegación
Entre mis triunfos y mi frustración
Entre mi alegría y mi dolor.
Quiero viajar
Y ya he empezado el viaje.
Mi destino,
La eternidad…
Sin llanto
Siempre me gustó escribir historias;
De las historias se aprende
Las historias nos inspiran
Y nos conducen por caminos
Y lo mejor de todo es que la historia ni siquiera se da cuenta de lo que causa
A excepción de la mía.
De tiempo en tiempo
Y de tropezón en tropezón
He descubierto mis errores
Y viendo al cielo he entendido que no es por mi sabiduría ni mi inteligencia
Sino por la ciencia de lo que tú llamas salvación
Cada día y cada noche me detengo
Sigo y me detengo
Me estrelló y me detengo
Lloro y me detengo
Rio y me detengo
Porque al detenerme
Aún en estado de inconsciencia
Me produce calma
Y aún en medio de la oscuridad
Puedo ver la incertidumbre causada por el desaliento y la impotencia ante mis propios errores
Me cuesta entenderme
Y entre la matemática discreta de mis pensamientos, sentimientos, poesías y canciones
Me pierdo
Y es necesario perderme
Para encontrarme
Entre la nada
Para saber que necesito el todo
El vacío
Para saber qué significa la inmensidad del ser pleno
Pero cuándo lo sabré
Por muy vacío que logre estar
Por muy vano que pueda ser
Porque aunque el espacio del vacío sea profundo
No habrá más satisfacción
Aunque algunos dicen que cuánto más profundo el fondo que se toca
Más feliz te sientes cuando sales de ahí
El mismo Jesús decía, al que mucho se le perdona mucho ama.
Tal vez sí, tal vez el vacío ayuda a comprender la inmensidad de Dios
Y es necesario antes de llegar a ese estado de plenitud
Al que quiero llegar
Pero tengo miedo
Miedo de mis miedos, miedo de mis vacíos, miedo de mis placeres, de sus ausencias, miedo de sentirme solo, sin mis demonios, porque ellos siempre me han acompañado, aún en mis peores momentos. Pero sí, quiero llegar, porque mis demonios no son míos, son de nadie, son de Dios, aunque ellos no quieran, como yo también soy de Dios aunque me manche el alma de silencios y palabras hirientes.
Y el llanto, no existe, pero está, muy dentro del alma, escondido, triste, esperando se le invoque en los momentos de soledad. Hasta pronto, por el momento, me quedo solo, sin mi llanto y sin vos, aunque eso me da tristeza, pero ya no importa.
Existiendo por ustedes
Tanto tiempo
Tantas emociones
Y el alma se nos va.
Entre sus suspiros
Entre sus lágrimas
De tristeza
De alegría
De rabia.
Fue el alma de quienes me habitaron
Y el respirar de quienes me rodearon
Lo que me dió vida.
Yo nunca existí
Hasta que llegaron ustedes
Todos los que un día conocí.
Y fue entre ese laberinto de palabras que encontré mi mundo
Como el minotauro errabundo.
Fue entre esas canciones absurdas
Esa poesía sublime
Esos lugares oscuros
Y esas cátedras profundas
Dónde me perdí
Para encontrarme.
Nunca había conocido el sentimiento
Ni los orgasmos intelectuales
Ni la pasión atrevida
Ni la envidia ignorante
Nunca había sido humano
Hasta llegar ahí
Dónde estaban ustedes
Y fue entre las redes de un universo paralelo
Conectado multineuronalmente
Que he descubierto esa mente maestra
Que alimenta mi mente
Haciendome ser en colectivo.
Y me siento vivo
Porque no se ha olvidado mi nombre
Y todavía es pronunciado por los labios de aquellos en quienes vivo y seguiré viviendo por los siglos de la eternidad.
Por ustedes.
Vacío perfecto
No sabía si es que había aprendido a ser feliz con nada
O es que se le había olvidado eso de la búsqueda de la felicidad
Abandonado entre libros, letras y canciones sin nombres
Era el viento susurrante que manejaba su andar.
Solo, sin sentimientos, sin nostalgias
Sin amores, sin desamores, sin sufrimiento
Tal vez algún presentimiento de lo que vendría
Que figuraba más de lo mismo que de algo nuevo.
No era absurdismo ni locura
No era abstracción ni nihilismo
Era una idea simple y dura
De que había encontrado un vacío perfecto.
No era exceso de razón
No era intelecto
No era frialdad
No era miedo
No era lesión cerebral.
No era un estado psicológico incorrecto
No era un argumento espiritualmente perfecto
No sabía explicarlo para sí
Ni tampoco yo lo comprendí
Pero cuando miraba sus ojos brillantes y vacíos
Sentía como una mezcla de serenidad y terror.