Entre la niebla y el mar

Seguí en el bosque un alma inexistente y me perdí
Me metí en un embravecido mar de cristal y me ahogué
Y fue entre la niebla y las cristalizadas aguas profundas
Ya sin alma ya sin aliento
Que abrí mis ojos y lloré.

No sabía si era un sueño
O si estaba en ese mundo místico que siempre había negado
No sabía nada sobre la existencia
Ni sobre el sentir ni la ciencia
Ni sobre las conciencias colectivas
Ni el amor

Y la primera imagen que evoqué fue el rostro de ella
Quién era ella
No lo sé
Pero su rostro aparecía en cada intento de escapar de la niebla
En cada intención ansiosa por salir de lo profundo de ese cristalizado mar.

Yo solo quería llegar a la orilla
Solo quería encontrar un pensamiento claro
Pero su rostro turbio y ofuscado lo ocupaba todo
Y ese todo era perturbador.

No sabía nada de mí
Tampoco sabía nada sobre ella
Eran tan difícil utilizar la palabra realidad
¡Todo era tan sofocante e incierto!

¡Cómo es que alguien puede vivir sin recordar!
¡Cómo es que se puede ser sin sentir!
¡Cómo se puede amar sin conocer!
¡Cómo puede el tiempo no olvidar!

Pero sobreviví
Un día llegué a la orilla
Y encontré una cumbre donde pude ver por encima de la niebla
Y ese rostro…
Ya no está.

Vacío perfecto

No sabía si es que había aprendido a ser feliz con nada
O es que se le había olvidado eso de la búsqueda de la felicidad
Abandonado entre libros, letras y canciones sin nombres
Era el viento susurrante que manejaba su andar.

Solo, sin sentimientos, sin nostalgias
Sin amores, sin desamores, sin sufrimiento
Tal vez algún presentimiento de lo que vendría
Que figuraba más de lo mismo que de algo nuevo.

No era absurdismo ni locura
No era abstracción ni nihilismo
Era una idea simple y dura
De que había encontrado un vacío perfecto.

No era exceso de razón
No era intelecto
No era frialdad
No era miedo
No era lesión cerebral.

No era un estado psicológico incorrecto
No era un argumento espiritualmente perfecto
No sabía explicarlo para sí
Ni tampoco yo lo comprendí
Pero cuando miraba sus ojos brillantes y vacíos
Sentía como una mezcla de serenidad y terror.

Nostalgia

Nostalgia no dan los recuerdos de los momentos que se vivieron junto a personas que amamos con todo y hoy ya no están.
Nostalgia da el tiempo que consideramos perdido en la inmensidad de la nada por creer que estábamos equivocados al sentir lo que sentimos por quién lo sentimos.

Nostalgia no dan esos besos pasionales que nos llegaban al alma y producían una mezcla de locura y calma
Nostalgia dan los minutos y segundos, los sentimientos, las emociones, los gestos que hoy están en el vacío de la inexistencia.

Nostalgia no causan las caricias de unas manos suaves sobre la delicada piel, ni las experiencias inexploradas ni las sensaciones descubiertas por primera vez.
Nostalgia da el pensamiento falso de lo infinito, de lo interminable, de lo eterno, nostalgia da el falso futuro que nos construimos en el pasado, nostalgia dan las oportunidades que se han dejado por ser, por sentir, por vivir lo que se ha vivido y amar lo que se ha amado creyendo que era amor cuando no fue.

Lo que no somos

Sé que algunas veces pierdo la ilusión
Y entre mis días oscuros me debato entre la nada y la existencia
No encuentro la consciencia que une los espacios vacíos
Existentes en cada pedazo de materia oscura
Entre el universo frío y mi alma insegura.

Y así es que perdura está sensación de soledad
Así es que pido ayuda en esta sociedad más vacía que mi alma
Así es que busco calma entre tantos sistemas operativos
Queriéndome sentir vivo entre lo que escribo
Mientras se publica una nota suicida en una red social que yo ansío sea real pero que no existe

Y me viste
En la desnudez
De lo que sentiste cuando yo me iba y no me detuviste
Pero está bien estar solo
Para darse cuenta de que existimos
Pero no existimos
Solo somos sombra de lo que advertiste y nada más.

En pequeño cúmulo

Somos un cúmulo de pensamientos caminando
Y si no caminamos
Somos un cumulo de pensamientos estancados.

Somos una nube de sentimientos voladores
Y si no nos descargamos
Con el tiempo nos oscurecemos
Hasta caer donde nunca nos necesitaron.

Somos una caja de fantasías y deseos
Sin rumbo ni dirección
Carentes de razón
Cantando una loca canción
Que nunca entendimos ni entenderemos por qué la cantabamos.

La espera

A veces quisiera encontrarte
Mirarte a los ojos y sonteírte
Y sentir la seguridad de que eres tú y nadie más

Dejarme ir con mis emociones
Llorar
Gritar
Y refugiarme en el abismo de tu regazo
Sentir el abrazo compensatorio de todas tus ausencias
Hundirme en tu presencia como se hunden los cuerpos en las aguas calmas.

Tan solo quisiera verte al alma
Y escudriñar tu mirada
Tratando de encontrar ese tiempo
En el que no estabas

O tal vez sí estabas
Pero nunca te ví
Porque entre tanto buscar y tanto encontrar no me di cuenta de tu existir.

Tan solo quisiera tenerte
Sentirte
Amarte un segundo antes de la eternidad
Y que escuches en la serenidad de tu soledad
El gemido de este corazón desesperado por encontrarte.

En otro tiempo

Ansiando ser escuchado,
Sentido,
Quizá amado

Mientras el viento acaricia su rostro
El sol ilumina su andar
Y una sonrisa inocente lo ha vislumbrado,
No existe efecto aparente de que el ser pueda mutar.

¡De qué sirve la luz si se quiere andar en tinieblas!
¡De qué sirve la felicidad si se quiere sentir el dolor!
¡De qué sirve el amor en el corazón equivocado!
¡De qué sirve la vida si ya morí en el pasado!

Sin tiempo
Sin alma
Solo un cuerpo en el desierto de un universo frío
Vagando entre miradas vacías
Queriendo no sentir la soledad de su anacrónico existir.

Morir y resucitar
En un futuro tiempo sin tiempo
Dentro de un agujero negro que eternice la existencia
Con una consciencia cristalizada en un presente imperfecto
Quizá es esto lo que sueña.

Se ama y se odia
Sonríe y llora
Vive y muere
Escuchando una canción desconocida para su yo presente, pero que en alguna otra vida le da esperanza.

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