La verdad no me importan tantas estrellas
Y que sean incontables o más bellas
Simplemente me importa una estrella en el universo vasto
Me importas tú, entre el brillo de la luz que nace y muere en un destello inadvertido.
Salí a la oscuridad y te descubrí
Y fue el frío intenso
Y el viento iracundo
Y el murmullo de los árboles
Los que me contaron de tí
Yo no había visto hacia arriba
Ni hacia abajo
Ni al futuro
Ni al pasado
Ni hacia adentro
No había vivido
No había muerto
No había nacido
Ni resucitado
Solo era algo incierto
Entre la vida, la verdad
La falsedad y el silencio.
Pero mis lágrimas
Mis vacíos y mi soledad estaban ahí
Queriéndome empujar hacia tí
Queriendo dirigir mi mirada al cielo
Queriendo que descubriera tu tímido brillo
Que alumbró mi alma.
Existiendo por ustedes
Tanto tiempo
Tantas emociones
Y el alma se nos va.
Entre sus suspiros
Entre sus lágrimas
De tristeza
De alegría
De rabia.
Fue el alma de quienes me habitaron
Y el respirar de quienes me rodearon
Lo que me dió vida.
Yo nunca existí
Hasta que llegaron ustedes
Todos los que un día conocí.
Y fue entre ese laberinto de palabras que encontré mi mundo
Como el minotauro errabundo.
Fue entre esas canciones absurdas
Esa poesía sublime
Esos lugares oscuros
Y esas cátedras profundas
Dónde me perdí
Para encontrarme.
Nunca había conocido el sentimiento
Ni los orgasmos intelectuales
Ni la pasión atrevida
Ni la envidia ignorante
Nunca había sido humano
Hasta llegar ahí
Dónde estaban ustedes
Y fue entre las redes de un universo paralelo
Conectado multineuronalmente
Que he descubierto esa mente maestra
Que alimenta mi mente
Haciendome ser en colectivo.
Y me siento vivo
Porque no se ha olvidado mi nombre
Y todavía es pronunciado por los labios de aquellos en quienes vivo y seguiré viviendo por los siglos de la eternidad.
Por ustedes.
Soy fuerte
Cometí muchos errores
Pero soy fuerte
Corrí contra el viento que quebraba las peñas
Pero soy fuerte
Nadé contra corriente en aguas profundas
Pero soy fuerte
Subí la montaña en soledad y con frío
Pero soy fuerte.
Soporte tantas heridas
Derramé lágrimas oscuras
Destrocé mi armadura
Pero soy fuerte.
Me volví ciego y sordo
Y casi rayé a la locura
Escuché voces en el infierno
Pero soy fuerte.
Me busqué una historia trágica
Siendo víctima de mí victimismo
Sobreviví para contarla
Pero soy fuerte.
Destruí lo que fuí
Me perdí a mí mismo
Construí un castillo invisible
Pero soy fuerte.
Soy fuerte
Y me gusta decirlo
Aunque me cueste creerlo
Entre mis historias vacías
Y mis errores buscados
Soy fuerte.
Imbécil, pero fuerte.
Absurdismo adverso
Yo sabía que todo esto era vacío
Quiza hasta el punto del suicidio
Pero pensar en eso era absurdo
Porque tenía un profundo sentido del deber.
Sabía que había nacido para algo
Y aunque cada vez me sentía más lejos de eso para lo que había nacido
No era capaz de cesar mi existencia
Por medio de mi propia intención.
A veces sonreía
Y me alegraba un poco por las tardes y mañanas
Cuando veía a un niño desconocido sonreírme
O cuando las aves cantaban al despuntar el alba
O cuando observaba las flores recién nacidas recibiendo sol.
Todo esto era sencillo
Y por un momento me alegraban
Pero todo era efímero
Sabía que no había nacido solo para eso.
Y a veces caminaba solitario
Ensimismado y perdido
Entre algunas calles desconocidas
Y otras veces me iba cerca de esas avenidas por dónde pasan muchos autos, buses, camiones y transeúntes;
No reparaba en sus colores, ni estilos ni en detalles tontos ni en si conocía o no a las personas que pasaban
Simplemente observaba el continuo devenir,
La incesante voluntad del mundo de moverse sin ser
La continúa actividad carente de sentido, quizá sin voluntad
Porque la mayoría de las veces, los que hemos estado en una forma de servicio también hemos entendido que la mayor parte de las ocasiones no existe voluntad propia
Simplemente una obediencia vil y absurda que nos hace encajar dentro de una sociedad funcional y que en esa forma de sumisión nos han dosilizado tánto hasta el punto de llegar a creer que ahí precisamente radica nuestra autorrealización, en la pérdida de la voluntad, en la ansiedad de correr tras los sueños desconocidos de individuos inexistentes.
Es en mi interior
Solo en mi interior que moran estos sueños
Automáticos, inadvertidos, sin razón ni destino
Y a veces en mí mismo puedo ver esas grandes avenidas, esos autos, eso transeúntes, que se replican en mis imágenes y pensamientos como copias de una realidad absurda, porque me he tragado ese absurdismo junto con los sueños de quienes no conozco y no sé dónde viven o si realmente viven.
Y así, viendo hacia la nada o viendo al interior o hacia afuera, pero sin ver
Así me cuestiono
Y en ese cuestionamiento me lazero
Me golpeo y me odio a mí mismo
Por no ser
Por no existir
Por no vivir para mí
Por no encontrarme a mí mismo y mis razones por las cuales estoy aquí.
Derrepente algo intenta sacarme de mí
Un objeto animado interrumpe el curso de mis pensamientos profundos
Sacándome de lo más hondo de mí realidad interior
Y no se va hasta devolverme a la realidad
Me resisto, pero insiste
Hasta que como volviendo del futuro, como despertando de un sueño escucho una voz que en forma lastimera me pide cinco pesos para montarse en la ruta.
Entre la niebla y el mar
Seguí en el bosque un alma inexistente y me perdí
Me metí en un embravecido mar de cristal y me ahogué
Y fue entre la niebla y las cristalizadas aguas profundas
Ya sin alma ya sin aliento
Que abrí mis ojos y lloré.
No sabía si era un sueño
O si estaba en ese mundo místico que siempre había negado
No sabía nada sobre la existencia
Ni sobre el sentir ni la ciencia
Ni sobre las conciencias colectivas
Ni el amor
Y la primera imagen que evoqué fue el rostro de ella
Quién era ella
No lo sé
Pero su rostro aparecía en cada intento de escapar de la niebla
En cada intención ansiosa por salir de lo profundo de ese cristalizado mar.
Yo solo quería llegar a la orilla
Solo quería encontrar un pensamiento claro
Pero su rostro turbio y ofuscado lo ocupaba todo
Y ese todo era perturbador.
No sabía nada de mí
Tampoco sabía nada sobre ella
Eran tan difícil utilizar la palabra realidad
¡Todo era tan sofocante e incierto!
¡Cómo es que alguien puede vivir sin recordar!
¡Cómo es que se puede ser sin sentir!
¡Cómo se puede amar sin conocer!
¡Cómo puede el tiempo no olvidar!
Pero sobreviví
Un día llegué a la orilla
Y encontré una cumbre donde pude ver por encima de la niebla
Y ese rostro…
Ya no está.
Vacío perfecto
No sabía si es que había aprendido a ser feliz con nada
O es que se le había olvidado eso de la búsqueda de la felicidad
Abandonado entre libros, letras y canciones sin nombres
Era el viento susurrante que manejaba su andar.
Solo, sin sentimientos, sin nostalgias
Sin amores, sin desamores, sin sufrimiento
Tal vez algún presentimiento de lo que vendría
Que figuraba más de lo mismo que de algo nuevo.
No era absurdismo ni locura
No era abstracción ni nihilismo
Era una idea simple y dura
De que había encontrado un vacío perfecto.
No era exceso de razón
No era intelecto
No era frialdad
No era miedo
No era lesión cerebral.
No era un estado psicológico incorrecto
No era un argumento espiritualmente perfecto
No sabía explicarlo para sí
Ni tampoco yo lo comprendí
Pero cuando miraba sus ojos brillantes y vacíos
Sentía como una mezcla de serenidad y terror.
Nostalgia
Nostalgia no dan los recuerdos de los momentos que se vivieron junto a personas que amamos con todo y hoy ya no están.
Nostalgia da el tiempo que consideramos perdido en la inmensidad de la nada por creer que estábamos equivocados al sentir lo que sentimos por quién lo sentimos.
Nostalgia no dan esos besos pasionales que nos llegaban al alma y producían una mezcla de locura y calma
Nostalgia dan los minutos y segundos, los sentimientos, las emociones, los gestos que hoy están en el vacío de la inexistencia.
Nostalgia no causan las caricias de unas manos suaves sobre la delicada piel, ni las experiencias inexploradas ni las sensaciones descubiertas por primera vez.
Nostalgia da el pensamiento falso de lo infinito, de lo interminable, de lo eterno, nostalgia da el falso futuro que nos construimos en el pasado, nostalgia dan las oportunidades que se han dejado por ser, por sentir, por vivir lo que se ha vivido y amar lo que se ha amado creyendo que era amor cuando no fue.